Black Heron, el primer pisco de uva ahumado del mundo, acaba de cumplir su primer año de vida.
Con 43,5 grados de alcohol, Black Heron (garza negra en español), es un triple destilado de vino obtenido a partir de uvas seleccionadas, madurado en barricas de roble francés, con un suave carácter ahumado, reposado, seco y de color ámbar.

Black Heron destaca en nariz sus notas ahumadas suaves, que no opacan el aporte tostado, café y tabaco de la barrica, como tampoco las notas frutales de su origen. En boca mantiene lo percibido en nariz, intenso y expresivo sin ser ardoroso, seco y con un leve picor en el final de boca que sostiene su agradable retro gusto ahumado en forma prolongada, desapareciendo lenta y sutilmente.

Con una guarda de dos a seis años en barrica de roble francés tostada y el trabajo de su gente seleccionando racimos, principalmente de uva moscatel, Black Heron es un reflejo también del clima y suelo privilegiados de Tulahuén, un lugar único ubicado cerca de los 1.100 metros sobre el nivel del mar

Cuenta con una atractiva y delicada presentación en botella de vidrio pintada en degradé, desde negro a transparente, con diseño Art Decó, muy propio de los años 20, evocando una época glamorosa en que la gente lo pasaba bien.

Este destilado es parte de Pisquera Tulahuen, uno de los actores más relevantes en la historia de este destilado en Chile y creador de Waqar, de gran posicionamiento en el extranjero, y uno de los primeros piscos premium de nuestro país.

Leyenda en llamas
La historia de Black Heron se remonta al año 1924, cuando un incendio afectó a la destilería de propiedad de la familia Camposano, emplazada en la pequeña localidad de Tulahuén, a los pies de la cordillera de Los Andes, en el valle transversal del río Limarí.

Producto de este siniestro, parte de su producción de alcohol que logró rescatarse manifestó claras expresiones de carácter ahumado. De esta manera, y fruto del intercambio de conocimientos de generación en generación, sus propietarios decidieron replicar este pisco ahumado único en el mundo, no sin antes dedicar mucho tiempo al análisis, estudios y ensayos hasta lograr un producto de categoría superior.

Sabor y terroir únicos
Al igual que Waqar (garza blanca, en lengua diaguita), Black Heron es un gran pisco que, dada su versatilidad, se puede tomar solo y queda muy bien en coctelería, para lo cual se elaboró un recetario de diez tragos, desde una “Piscola Deluxe” hasta un “Old Heron”, rememorando el Old Fashion.

En la actualidad existen muchas categorías que cuentan con productos “smoked”, como los tequilas, mezcales, whiskies, entre otros, y esta innovación está abriendo las puertas para que el pisco se convierta en un jugador de categoría mundial al entrar a jugar en las grandes ligas de este género.
Este pisco nace en una zona que posee un clima mediterráneo, con estaciones marcadas que dan un ambiente ideal para el cultivo de la vid. Sus escasas precipitaciones, asociadas a la zona de transición del desierto de Atacama, favorecen la sanidad del huerto y permiten el manejo del aporte hídrico, entregando en forma controlada y en favor de los objetivos de calidad superior el agua pura y transparente que trae el Río Grande por algunos kilómetros desde las nieves andinas.

Pisquera de cinco generaciones
Pisquera Tulahuén se remonta a cinco generaciones de la familia Camposano, quienes llegaron a ese lugar en tiempos de la Conquista, fundando en 1850 la destiladora, y han traspasado tradición e innovación de padre a hijo, siendo actores relevantes en la historia del pisco en los últimos 160 años.

Lo que comenzó como un emprendimiento pisquero, luego derivó en un próspero negocio artesanal y los primeros pasos en la modernización del negocio. Hacia 1936, junto a un grupo de cinco vitivinicultores y destiladores, formaron en 1936 la Cooperativa Agrícola Control Pisquero de Elqui Ltda., la que presidió Liberato Camposano por cuarenta años, llevándola a ser una de las cooperativas más grande de Chile y principal productora mundial de pisco. Su hijo Jaime Camposano A. continuó el desafío de seguir entregando el preciado pisco a la cooperativa, la que lo comercializaba bajo la marca Control.

En el año 2005 los activos de la cooperativa, incluyendo sus marcas, fueron adquiridos por capitales privados. La longeva planta de Tulahuén fue liberada y una nueva generación reapareció. Jaime Camposano B., enólogo, retoma el camino y lo corona con pisco Waqar, resultado de un largo camino de aprendizaje y pasión que no se detuvo.